¿Barro? Tal vez...
Podría estar encerrado en una cáscara de nuez
y sentirme rey de un espacio infinito.
William Shakespeare
1. La realidad nos azota. Por un lado, la enfermedad y la muerte. Las imágenes desgarradoras que nos llegan de esos lugares donde comenzó a golpear primero. Por el otro, las medidas que se tomaron en nuestro país para hacerle frente a esa amenaza, son en sí apremiantes. Se exige una cuota de frustración muy grande. Entonces, la amenaza de muerte y el aislamiento, que es la muerte de otras cosas, o al menos, la atenuación de la vida.
2. Frente a esos apremios de la vida, ¿qué tenemos? Pues, nada más que a nosotros mismos. Afortunadamente, como se verá, eso es mucho más que poca cosa. Tenemos un poder, que a veces usamos, a veces lo escondemos, a veces no disponemos de él. Es el poder de la creación. De crear tejido simbólico. De transformar lo obsceno, lo que angustia, lo que duele, en poesía. No conozco ninguna otra criatura en la Tierra capaz de hacerlo.
3. Algunos antes, otros nos demoramos más, pero creo que al final, todos, hemos tenido que desempolvar y utilizar nuestro recurso a la poesía. Hacer de este caos una historia épica. Crear una historia que le de soporte simbólico a nuestros sacrificios, que nos sostenga firmes frente al temporal que se avecina. Cuando en las noches nos asomamos a las ventanas para ver a los otros, y hacemos ruido, hacemos sonar las palmas o hacemos escuchar el himno nacional, estamos haciendo algo de eso. Creamos una nueva liturgia porque la vida sin eso es imposible.
4. Nuestro tejido no es a prueba de polillas. Que abundan. Mientras nos esforzamos en crear un tejido simbólico que nos enlace, la polilla corrosiona y devora ese tejido. Son ideas también, pero que atacan el núcleo de lo que nos sostiene. Ponen en duda nuestro amor, y el amor que podríamos tener hacia los otros. Saben explotar con habilidad que los humanos no estamos hechos sólo de poesía, sino que somos asesinos y caníbales en proceso de rehabilitación. Entonces llegan estos discursos, que crean desconfianza. Golpean bajo cuando nuestro espíritu necesita estar fuerte.
5. Frente a las críticas al único recurso que disponemos para hacer frente a la crueldad ¿qué tenemos? Pues nada más que a nosotros mismos. Más pensamiento, no menos. Los agujeros en el tejido no se subsanan sino con más tejido. Hoy necesitamos más, y no menos, poesía en nuestras vidas. No como una exigencia de producción, no. Sino como la urgencia de la expresión... Porque como dijo alguna vez un adolescente llamado Luis Alberto Spinetta:
«Si no canto lo que siento,
me voy a morir por dentro»
Matías Buzzo Pipet
@repsiclaje
matiasbuzzo@gmail.com
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